Depresiones maternas, un trastorno que afecta a toda la familia

Los trastornos depresivos son un grupo de enfermedades bastante frecuentes en la población general y en la práctica clínica. El embarazo y el puerperio son momentos de la vida en donde se presenta mayor riesgo de padecerlas, ya que la mujer enfrenta importantes cambios hormonales, físicos, emocionales y sociales. En un lapso corto de tiempo transitará por un gran número de factores ambientales generadores de estrés y deberá utilizar todas sus herramientas emocionales para mantener su salud mental.
Prevalencia
Según los estudios existentes, se considera que la prevalencia de la depresión durante el embarazo es del 10%[1], aunque hay pocas investigaciones actuales al respecto, y ninguna en nuestro país. Respecto a la depresión postparto, en el 2011 se realizó un estudio de prevalencia que determinó que en Uruguay afecta al 16% de las mujeres[2].
Síntomas
La sintomatología así como la gravedad puede ser muy diversa, por ello también la dificultad en el diagnóstico. Puede desencadenarse luego de un aborto, tras la pérdida de un embarazo, o después del nacimiento del bebé. No distingue raza, nivel socioeconómico ni requiere de antecedentes personales de depresión. Puede durar algunas semanas o, cuando no recibe tratamiento, años. La podemos definir como un cáncer emocional que va comiendo los pilares de la familia, la mujer no es capaz de resolver desde las cosas más prácticas, perdiendo la capacidad de cuidar y cuidarse.
Los síntomas más frecuentes son: tristeza, ansiedad o ataques de pánico, sentimientos de desesperación y culpa, insomnio, fatiga persistente, preocupación excesiva por el cuidado del bebé, dificultades en las relaciones familiares y de pareja, retraimiento y en algunos casos la mamá siente rechazo por su bebé, llegando a tener ideas de provocarle daño a él o a ella misma.
Para definirse como depresión propiamente dicha, estos síntomas deben perdurar más de dos semanas, y pueden aparecer dentro del primer año de vida del bebé (aunque suele suceder dentro del primer mes).[3] Afecta la funcionalidad de la mujer, es decir que aquellas actividades que ella realizaba con frecuencia, ahora le resultan una tarea imposible. Esto incluye situaciones cotidianas como puede ser: lavar la vajilla, elegir qué cocinar, o cambiar un pañal. Más aún aquellas situaciones complejas, como puede ser el desempeño laboral o tomar decisiones importantes.
La diferencia con el babyblues o tristeza postparto es que la sintomatología de este último es realmente leve y no persiste en el tiempo. La mujer no ve afectada su funcionalidad cotidiana, podemos definirlo como una “sensibilidad a flor de piel”, pero no constituye un trastorno del humor.
Causas
Se desconocen qué causa la depresión postparto. Se cree que los cambios hormonales tienen un incidencia importante, en tanto se ven involucradas las hormonas estrógenos y progesteronas, quienes tienen gran influencia en los estados anímicos. Sin embargo, estos cambios no pueden explicar por sí solos la presencia de la depresión, ya que todas las mujeres lo experimentan, pero solo algunas desarrollan el trastorno. En la bibliografía sobre la temática se han podido reconocer factores de riesgo, estos son algunos de los elementos que estadísticamente se encuentran más presentes en estas mujeres:[4]
Menores de 20 años.
Quienes consumen alcohol, drogas alucinógenas o fuman.
Quienes no planearon el embarazo.
Si tuvieron depresión, trastorno bipolar o un trastorno de ansiedad antes del embarazo o en un embarazo anterior.
Quienes vivieron un hecho estresante durante el embarazo o el parto: esto puede ser la muerte de un ser querido, un parto traumático o de emergencia, un parto prematuro o una patología en el bebé.
Quienes tienen problemas con su pareja.
Quienes son madres solteras.
Cuando se presentan dificultades económicas o de vivienda.
Si hay poco apoyo del entorno: familia, amigos, pareja.
Para diagnosticarla se utiliza la Escala de Depresión Posnatal de Edimburgo[5] . Esta herramienta fue creada en el 1987 en Escocia, y desde entonces ha sido estudiada y utilizada en múltiples investigaciones y estudios. Consiste en 10 preguntas que se autoaplican y brindan una orientación general sobre la condición emocional de la mamá. Si muchas de estas preguntas tienen una respuesta afirmativa, sería conveniente la consulta con un profesional. Tratamientos Existen diversos tratamientos tanto para la depresión durante el embarazo así como en el puerperio. Lo importante es encontrar el tratamiento adecuado para cada situación particular. Con una detección precoz y un tratamiento oportuno, los pronósticos son positivos.