La lactancia materna durante el verano
La llegada del verano suele ser un desafío para las mujeres que están amamantando por varios motivos: el calor y las posibles incomodidades que pueda producir tanto a la mamá como al bebé, la dificultad de almacenar la leche en situaciones tales como vacaciones en lugares alejados que requieren traslados de varias horas, cortes de luz en casas de balnearios, carencia de congelador o freezer apropiado para congelar leche materna, entre otros.
Es importante que el bebé continúe recibiendo leche materna ya que lo mantendrá perfectamente hidratado y en caso de bebés menores de 6 meses no será necesario la administración de otros líquidos aparte de la leche materna. Es probable que la demanda por parte del bebé sea mayor durante los días de más calor y la mujer debe mantenerse también bien hidratada.
En cuanto a la conservación de la leche materna, recordemos que lo que aconseja la Norma de Lactancia 2017 del MPS es reducir al máximo la exposición de la leche materna recién extraída a la temperatura ambiente por lo que se aconseja refrigerar inmediatamente. Luego, podrá mantenerse en refrigerador por 48 horas, situando el recipiente con leche materna lo más alejado posible de la puerta, en congelador 15 días y en freezer de 3 a 6 meses.
En caso de cortes de energía eléctrica, es conveniente no abrir la puerta del congelador o freezer, de manera de mantener el frío. Además, se aconseja acondicionar el stock de leche al fondo del freezer o congelador y rodearlo de otros alimentos congelados.
En caso de que el corte sea muy prolongado, recordar que la leche que se ha descongelado debe utilizarse en las 24 horas siguientes. Como todo alimento, la leche materna una vez descongelada no puede volver a congelarse. Una buena medida, sobre todo si hay muchas personas que tienen acceso al freezer o congelador, es verificar con frecuencia el cierre correcto de la puerta del mismo, de manera de evitar que haya cambios de temperatura.
Para el traslado de leche materna son útiles las conservadoras de alimentos, para lo que se recomienda rodear los frascos o bolsas de leche con hielo o bolsas de gel refrigerante. Algunas conservadoras, incluso, tienen la posibilidad de conectarse al vehículo con un puerto USB. De todas maneras, es importante mantener el frío o trasladar a una fuente de frío constante en cuanto sea posible.