Ansiedad y Depresión Posparto: una mirada actual
- Instituto Uruguayo de Lactancia Materna

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La llegada de un bebé suele estar rodeada de expectativas, alegría y grandes cambios. Sin embargo, no siempre se vive como un momento plenamente feliz. Muchas mujeres atraviesan dificultades emocionales que, lejos de ser una “debilidad”, responden a procesos complejos donde intervienen factores biológicos, psicológicos y sociales.
Entre los cuadros más frecuentes se encuentran la depresión posparto (DPP) y la ansiedad posparto (APP), dos condiciones que merecen una atención integral y libre de estigmas por parte de los equipos de salud.

¿Qué son y por qué importan?
La depresión posparto afecta aproximadamente al 10–20% de las mujeres después del nacimiento. La ansiedad posparto, aún más frecuente, suele pasar desapercibida porque se confunde con el estrés habitual del puerperio.
Ambos trastornos pueden comprometer no solo la salud de la mujer, sino también el vínculo temprano madre-hijo y el desarrollo infantil. El impacto puede manifestarse en dificultades para amamantar, problemas de apego, retrasos en el desarrollo y mayor riesgo de alteraciones emocionales a largo plazo en los hijos e hijas.
Para las mujeres, el riesgo también es alto: la depresión posparto se asocia con depresión crónica y, en los casos más severos, con el suicidio, una de las principales causas de mortalidad materna durante el primer año posparto.
Factores que influyen
La DPP y la APP no tienen una causa única. Surgen de la interacción de múltiples factores:
Cambios hormonales bruscos tras el parto (descenso de estrógeno y progesterona).
Alteraciones en neurotransmisores como serotonina, dopamina y noradrenalina.
Antecedentes personales o familiares de depresión o ansiedad.
Condiciones sociales y culturales: falta de apoyo, sobrecarga en la crianza, dificultades económicas y estigma en torno a la salud mental.
Sueño interrumpido y fatiga crónica, tan frecuentes en el posparto.
Comprender esta complejidad es fundamental para acompañar sin juzgar y ofrecer intervenciones ajustadas a las necesidades reales de cada familia.
Detección temprana: una prioridad
La buena noticia es que existen herramientas simples y efectivas para detectar estos cuadros a tiempo. Una de las más utilizadas es la Edinburgh Postnatal Depression Scale (EPDS), que permite identificar síntomas de depresión y ansiedad de manera temprana.
A pesar de su eficacia, se estima que solo el 40% de las mujeres reciben un tamizaje de salud mental durante el embarazo o el posparto. Esta brecha evidencia la necesidad de fortalecer la formación de profesionales y la integración de la salud mental en la atención perinatal.
En IULAM creemos que escuchar, validar y acompañar a las familias es un paso esencial para transformar esta realidad.
Opciones de tratamiento
El abordaje debe ser integral y personalizado, combinando distintas estrategias según la gravedad y las características de cada caso.
Tratamientos no farmacológicos
Psicoterapia, especialmente las terapias cognitivo-conductual e interpersonal.
Ejercicio físico posnatal y actividades grupales que promuevan el bienestar.
Masajes, musicoterapia y contacto piel con piel (kangaroo care), que fortalecen el vínculo y reducen el estrés.
Acompañamiento en la crianza y co-parenting, para compartir responsabilidades y disminuir la sobrecarga.
Tratamientos farmacológicos
En casos moderados o graves, los antidepresivos ISRS (como la sertralina) son opciones seguras, incluso durante la lactancia.
En los últimos años, se han desarrollado fármacos específicos para la depresión posparto, como la brexanolona (2019) y la zuranolona (2023), que abren nuevas perspectivas terapéuticas.
Psicoeducación y apoyo comunitario
La información y la contención son pilares del tratamiento. Cuando las mujeres y sus familias comprenden lo que están viviendo y conocen sus opciones, mejora la adherencia a los tratamientos y disminuye el estigma.La psicoeducación puede brindarse en consultas individuales, grupos de apoyo o entornos digitales, integrando la experiencia clínica con redes comunitarias.
Mirando hacia el futuro
La investigación actual se orienta hacia tres grandes áreas de avance:
Biomarcadores hormonales y genéticos para identificar tempranamente el riesgo.
Tratamientos personalizados basados en farmacogenómica.
Intervenciones preventivas, como la incorporación del mindfulness y otras técnicas de regulación emocional en el cuidado prenatal y posnatal.
Un compromiso colectivo
La ansiedad y la depresión posparto no son un problema individual ni una “falta de fuerza de voluntad”. Son condiciones de salud que requieren detección temprana, acompañamiento empático y acceso a tratamientos efectivos.
En IULAM reafirmamos nuestro compromiso con la formación de profesionales y el apoyo a las familias, promoviendo entornos respetuosos y saludables en la primera infancia.
Porque cuidar la salud mental de quienes cuidan es también cuidar el futuro de niñas y niños.
Referencia:Whei, S.J., Deva, S., Vijayakumar, V., Khan, S.S., Awad, S.A., Asfeen, U., Maniar, R.H. and Shrestha, B. (2025). Management of Postpartum Anxiety and Depression: A Narrative Review. Mental Health Science, 3: e70012. https://doi-org.proxy.timbo.org.uy/10.1002/mhs2.70012






















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