¡Los Dientes de leche son importantes!
Es una creencia popular pensar que no es necesario cuidar a los dientes de leche ya que van a ser recambiados durante el crecimiento por la dentición permanente. Sin embargo estos son importantes y cumplen funciones fundamentales para la vida como masticar, hablar, deglutir, fomentar el desarrollo de los maxilares y el mantenimiento del espacio necesario para los dientes permanentes, además de ser un factor emocional importante
en la autoestima.
La caries dental es una enfermedad infecto contagiosa que comienza con la erupción de las primeras piezas dentarías. El principal microorganismo relacionada con la misma es el Streptococo Mutans el cual genera la metabolización de nutrieres ácidos capaces de desnaturalizar y desmineralizar la estructura dentaría temporal y permanente. Asimismo,
la etiología de la caries dental es multifactorial estando relacionada a los hábitos de higiene, dieta y hábitos socio culturales.
Los procesos cariosos en dientes temporarios son llamados caries de aparición temprana y engloba todos lo tipos de caries (cavitados o no) que ocurren en la dentición decidua en niños de hasta 71 meses de edad. Es necesario conocer las causas dada la amplia prevalencia de esta enfermedad en nuestra población y la importancia de su prevención primaria y secundaria. La educación de la madre desde el embarazo resulta fundamental para la prevención de la misma.
Factores como lactancia a demanda, colecho y lactancia, combinación de leche materna con otros alimentos, frecuencia de ingesta e higiene dental son determinantes en la aparición de la misma.
Factores de riesgo:
Transmisión vertical:
La cavidad oral del feto en el útero se encuentra libre de gérmenes. Durante el parto ya sea vaginal o por vía abdominal dicha cavidad queda expuesta a microorganismos exógenos los cuales son una comunidad pionera colonizante. Al nacimiento los bebés nacen con una flora libre de bacterias productoras de caries. Las principales bacterias relacionadas a dicha enfermedad son los estreptococos mutans.
Estos microorganismos son transmitidos a través de la saliva desde la madre o cuidadores cercanos a los niños a través de besos en boca, compartir cucharas, chupetes, tetinas con lo que “contagian” a los niños con dichas bacterias productoras de caries dental.
Es importante saber que los individuos que hayan tenido caries en los dientes temporarios serán mas propensos a sufrir caries en la dentición permanente xq existirá una mayor población de las bacterias cariogénicas alojadas en reservorios como amigadlas y lengua.
Alimentación:
La composición de la leche materna favorece el desarrollo fisco, nutricional y disminuye el riesgo de padecer enfermedades crónicas y agudas. Además de su componente psicológico y social. Asimismo, la leche materna por sí misma no produce efectos cariogénicos.
Su composición permite un correcto lavado salival de las superficies dentarías. A su vez su composición lipídica es fácilmente disuelta y el contenido proteico ayuda a el balance del PH por lo que los azucares de la leche son fácilmente aclarados. La combinación de la leche materna con otros alimentos con alto contenido de almidón como panes y cereales, carbohidratos o líquidos azucarados aumenta directamente relación con caries dental.
La leche de vaca tiene propiedades diferentes siendo mas difícil de lavar por parte de la saliva y el azúcar que contiene permanece por mas tiempo en contacto con los dientes.
No se aconseja ofrecerle al niño jugos azucarados o refrescos a demanda en los biberones ni endulzar chupetes o pacificadores. Esto esta directamente relacionado a caries dental temprana.
Es importante una dieta saludable pasando de los alimentos blandos a los duros y fibrosos para los 3 años de edad. La consistencia de los alimentos es importante. Los alimentos pegajosos son altamente cariogénicos en cambio los alimentos duros y fibrosos al no adherirse son de menor riesgo.
Respiración:
El correcto amamantamiento promueve el mantenimiento de la respiración nasal. El uso de biberones y chupetes aumenta le riesgo de instalar una respiración bucal inapropiada, una forma incorrecta de tragar y masticar.
En condiciones normales cuando la boca esta cerrada esta se encuentra lubricada y lavada por la saliva. Cuando respiramos por la boca esta se seca y las encías y dientes quedan sin esa capa protectora fundamental para mantener su salud. Esto provoca gingivitis y aumenta el riesgo de caries dental.
Higiene:
Es fundamental la instalación del hábito de limpieza de los rebordes alveolares de los bebés desde el primer día de nacimiento. Hábito que se instalará en la rutina familiar como bañarse, comer etc. y trascenderá a la higiene de la dentición temporaria y permanente. La limpieza de los rebordes alveolares le brinda al bebé una sensación de frescura en la boca y previene la aparición de infecciones de las mucosas orales como
cándida o muguete. Esta higiene resulta muy fácil de realizar colocando una gasa rodeando el dedo índice del cuidador y mojándola con agua.
Dicha gasa se pasa suavemente realizando un masaje en las mucosas bucales eliminando restos de leche materna que puedan quedar allí acumulados. El uso de dediles de silicona con forma de cepillos dentales se promueve a nivel comercial, pero en nuestra experiencia resulta de
poca utilidad.
Es fundamental el lavado de los rebordes y dientes antes de dormir la siesta y en el sueño nocturno. Durante el sueño disminuye la producción de saliva y la ausencia de movimientos de los labios y mejillas que participan en el lavado y limpieza de los dientes se detiene. Es por esto que no se recomienda dormir al niño con el biberón o el chupete
azucarado. Los líquidos y sustancias quedarán estacadas en contacto con los dientes por horas produciendo ácidos y destruyendo la superficie dental. Estos hábitos producen la llamada “caries rampantes o caries de biberón”, estas son altamente destructivas y pueden producir dolor que dificulta la alimentación y la higiene.
Una vez erupcionados lo primeros dientes la gasa húmeda sigue siendo un elemento útil y también pueden incorporarse cepillos dentales adecuados para la edad. Los dentífricos se recomiendan a partir de los 2 años de edad debiéndose utilizar la medida de pasta dental del tamaño de la uña del dedo meñique del niño. Existen en el mercado distintos dentífricos con y sin flúor según la edad del niño.
Es aconsejable supervisar al niño durante el cepillado y controlar el buen enjuague con agua evitando la ingestión de dentífrico, sobre todo en los niños menores de 3 años que no han aprendido a escupir por si mismos.
Es importante aprender a reconocer las caries desde su inicio. Estas se manifiestan como manchas blancas en los dientes en sus primeras etapas. Concurra la dentista si esto sucede.
Consulta con el dentista:
La consulta debe hacerse antes del nacimiento. El odontólogo guiará y educará a la madre sobre todos estos aspectos y sugerirá medidas para el correcto desarrollo de los maxilares.
¡Los dientes de leche SON IMPORTANTES!
Dra. Cecilia Raimondo
Odontóloga.
Especialista en Ortodoncia Miofuncional
Dra. Ana Laura Roveta
Odontóloga.
Especialista en Ortodoncia . Terapeuta Miofuncional
Instagram: @dras.Roveta-Raimondo
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